Una obra maestra se debe respetar.
A veces me imagino si pintar un ojo, una mano y una parte del cuello de La Mona Lisa puede considerarse como un resumen de La Mona Lisa. Me pregunto en otras ocasiones si una partitura con fragmentos sueltos de La Novena Sinfonía de Beethoven se puede vender como resumen de La Novena Sinfonía. En otras ocasiones imagino un pie y un brazo del David de Miguel Angel anunciado como: resumen del David de Miguel Angel. Imagino esas cosas y me parece que esos “resúmenes” destruirían la integridad de la obra. Y si además se firmaran como propios y se vendieran ya sería el colmo de la desfachatez. Quien admire las obras cumbres invite a conocerlas por completo y muestre así respeto hacia el autor y hacia su obra.
Pero pasa algo curioso con las obras maestras de la literatura universal: se venden resúmenes de libros como La república de Platón, Cien años de soledad, El lazarillo de Tormes, La Iliada y La Odisea, Hamlet y, por supuesto, resumen de Don Quijote de la Mancha. ¿Cómo puede ser?
Componer un libro descuartizando el original y luego unir retazos para después venderlo me parece un sacrilegio. Pero ahí están esos resúmenes, esos cuerpos perfectos desmembrados, que horror. Esos resúmenes me parecen terrorismo cultural. Un libro que tanto la infancia como la vejez pueden leer ni una letra debe perder. Es un asunto espinoso hablar de esto. Yo personalmente no apoyo estas prácticas, me parecen de un mal gusto extremo. Yo siempre invitaré a conocer la obra en su plenitud.
Excuso el teatro y el cine, pues convierten la imagen literaria en imagen visual y además los personajes pueden hablar. Aunque suele suceder que los libros que se llevan a la pantalla pierden mucho de su contenido. Llevar al escenario de un tirón una obra de varios días de lectura es una difícil misión.
En nuestros tiempos podemos incluso acceder a las obras maestras completas de la literatura en forma de audiolibro, no hay excusas para no acceder a la obra completa o motivar a su lectura:
Hasta la fecha no recuerdo que Shakespeare, Cervantes, Aristóteles, Stevenson, Quevedo, Gracián, Sebastián Grant, Cortazar, García Márquez, Vargas Llosa, Borges, o cualquier punto de referencia serio en literatura, haya publicado un resumen de un libro de otro maestro del arte literario.
Para no alargar esta historia tan trillada e impactante de la venta de libros resumidos, finalizo diciendo que cada línea de las obras maestras de la literatura merece ser leída, ninguna omitida. Quien castrare o resumiere un libro ha de estar al nivel del autor. O por lo menos poseer un talento similar. Y si ese fuera el caso seguramente no haría algo como eso. Probablemente escribiría sus propias obras maestras.