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Historia Repertorio

Hector Berlioz, el acérrimo defensor de Adolphe Sax y el saxofón.

Según diferentes fuentes en 1844 Berlioz compone y estrena la primera obra que se se conoce para saxofón: el sexteto Canto Sagrado. Hector Berlioz se encargó de la dirección y Adolphe Sax, de la interpretación del saxofón…

Hector Berlioz (1803-1869) nació en Francia. Su padre era médico  y lo envió a París en 1821 a estudiar medicina. A pesar de la desaprobación de su padre, abandonó la carrera para estudiar música. Asistió al Conservatorio de París, donde estudió composición y ópera. Berlioz goza de una gran reputación en el mundo de las letras como escritor y crítico musical. Sus libros y publicaciones en periódicos son una buena forma de acercarse a la realidad musical de Francia en el siglo XIX, el “romanticismo francés”.
Berlioz habla en numerosas ocasiones de Adolphe Sax en sus escritos, también incluye el saxofón en algunas de sus composiciones. Veamos cómo se conocieron el padre del saxofón y su más acérrimo defensor:

Adolphe Sax tenía partidarios y detractores. Por suerte compositores visionarios de talla histórica, de quienes hablaré en otras publicaciones, apoyaron sus ideas. Uno de ellos es Jacques Fromental Halévy (1799-1862) dijo a Sax:

«Date prisa y termina tu nueva familia de instrumentos (saxofones) y ven y ayuda no solo a los compositores que buscan algo nuevo y al público que lo exige, si no al mundo mismo».

Halévy compuso varias obras para saxofón, puso en contacto a Sax con Berlioz en junio de 1842. En una reunión que duró varias horas, Sax detalló al compositor/escritor sus inventos y sus roles musicales. Esto generó en Berlioz un gran interés en Sax y sus ideas. Lo que resultó positivo para Sax y su negocio, pues hasta el día de su muerte Berlioz defendió a capa y espada los aportes de Adolphe Sax, incluso poniendo en riesgo su reputación.

En un artículo publicado el 12 de junio de 1842, en el Journal des Débats, cuatro años antes de que se patentara el saxofón, Berlioz escribe:

«Su sonido es de una calidad tan rara que, que yo sepa, no hay ningún instrumento en uso hoy en día que pueda compararse con el saxofón. Es completo, suave, vibrante, extremadamente potente y fácil de bajar en intensidad (volumen). En lo que a mí respecta, me parece muy superior a los tonos más bajos del ophicleide, tanto en precisión como en estabilidad del sonido, pero el carácter de su tono es absolutamente nuevo y no se parece a ninguno de los timbres escuchados hasta ahora en nuestras orquestas, con la única excepción de los bajos E y F del clarinete bajo (…) Debido a su caña, puede aumentar o disminuir la intensidad de sus sonidos. Las notas del registro superior vibran tan intensamente que pueden aplicarse con éxito a la expresión melódica. Su principal mérito en mi opinión es la belleza variada de su acento, a veces grave, a veces calmado, a veces apasionado, soñador o melancólico, o vago, como el eco debilitado de un eco, como los gemidos indistintos de la demandante brisa en el bosque y, aún mejor, como las misteriosas vibraciones de una campana, mucho después de haberla tocado; no existe otro instrumento musical que yo conozca que posea esta extraña resonancia, que está situada al borde del silencio»

@igortubista

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Para Adolphe Sax, el apoyo de Berlioz fue el comienzo del reconocimiento que sintió que no recibió en Bélgica. Pues a pesar de las frecuentes exaltaciones que recibió el saxofón de varios compositores influyentes, Sax experimentaría resistencia, oposición, no sólo de sus competidores comerciales, sino también de compositores y músicos. En sus memorias Berlioz escribe que incluso la prensa parisina intentó desacreditar los halagos que Sax acumuló de la comunidad musical. A pesar de los esfuerzos de Berlioz, en la prensa, para ayudar a Sax, acentuando el hermoso trabajo que nos legó, el padre del saxofón tuvo que avanzar con prudencia.

Dicen los expertos que una gran parte de los artículos sobre Sax estaban compuestos por calumnias. Ya en 1841, mientras aún residía en Bruselas, en los periódicos parisinos se le acusó de copiar los inventos de otros. Pero Berlioz, el entusiasta partidario de Sax, salía en su defensa frente a las acusaciones falsas:

«Es difícil creer que este joven artista talentoso tenga dificultades para mantener su posición y hacer carrera en París. Las persecuciones que sufre son dignas de la Edad Media y recuerdan las travesuras de los enemigos de Benvenuto (Cellini) , el escultor florentino, se llevan a sus trabajadores, roban sus diseños, lo acusan de locura y entablan acciones legales contra él. Con un poco más de apuro lo asesinarían».

Una gran cantidad de informes difamatorios deben haber confundido completamente a los lectores en París, ya que la prensa también informó sobre los logros de Adolphe Sax al ganar los más altos premios en varias exposiciones. En 1849 recibió la única medalla de oro que se otorgó a un fabricante de instrumentos de viento en la Exposición Nacional de Productos de la Industria Agrícola y Manufactura, la medalla se le concedió por la invención del saxofón. Y cuatro meses después se convirtió en Caballero de la Orden Nacional de la Legión de Honor, uno de los tres únicos fabricantes de instrumentos que recibió el honor. En la Revue et gazette musicale de Paris, 13, n. ° 8, (25 de febrero de 1844), 68. se lee:

«Sabemos que el Sr. Meyerbeer, el Sr. Rossini y el Sr. Fétis el anciano, acaban de encargar al Sr. Adolphe Sax, para su uso en los diversos establecimientos que dirigen, varios de los instrumentos inventados o mejorados por este joven artista. Hechos muy positivos y testimonios muy honorables que responden victoriosamente a los ataques de los críticos»

Gioachino Antonio Rossini (1792-1868), compositor de William Tell, se refirió al timbre del saxofón como: «El sonido más hermoso que conozco».
Uno supondría que las declaraciones de figuras influyentes sobre el hermoso timbre del saxofón, y el valor potencial para las orquestas sinfónicas, persuadirían a los compositores a escribir obras sinfónicas incluyendo el nuevo instrumento. Pero la inclusión del saxofón en la orquesta tomó su tiempo. Aunque existe un repertorio muy interesante. Del repertorio hablaré en su momento.

Hay que tener presente que el saxofón fue un instrumento creado para las bandas militares, donde ha ejercido desde su aparición un papel protagónico:

«La reforma de la música de la Armada Francesa representó un amplio campo de ventas para los instrumentos de Adolph Sax».

Las Bandas fueron utilizadas por compositores como Giuseppe Verdi (1813-1901) y nuestro queridísimo Hector Berlioz. Ellos introdujeron en algunas de sus partituras la intervención de bandas militares como un medio de elevar la temperatura emocional de su música. La Banda, situada, por supuesto, fuera del escenario. La obra «Messe des morts » de Berlioz fue presentada en escena en julio de 1836, completada con la intervención de cuatro bandas militares.

saxbackensemble.com


En el ámbito académico Berlioz promovió abiertamente el potencial del saxofón desde sus inicios. En 1846, el mismo año en que fue patentado, comenzó a abogar por su adopción en los conservatorios. En una carta escribió:

«El saxofón, un nuevo miembro de la familia del clarinete, y realmente valioso cuando el intérprete puede resaltar sus características, hoy en día debe tener un lugar en las clases de Conservatorio».

Años más tarde sus palabras también aparecerían en las primeras páginas de uno de los métodos de saxofón más conocidos a lo largo de la historia, el método Klosé:

«Estas nuevas voces dadas a la orquesta poseen cualidades raras y preciosas. Dulces y penetrantes en los agudos, plenas, untuosas en los graves, y su registro medio es profundamente expresivo (…). Es un timbre “Sui generis” que tiene alguna analogía con los sonidos del Violoncelo, del Clarinete, del Corno Inglés, y algo de metálico que le confiere un acento particular» (…) «El timbre de las notas agudas de los Saxofones graves, da la sensación de pena y dolor, mientras que el de las notas bajas nos transporta a una calma grandiosa. Todos -pero especialmente el Barítono y el Bajo-, tienen la facultad de aumentar y disminuir el sonido; lo que produce, en las extremidades inferiores de la escala, efectos característicos que se asemejan a los del armonio. El timbre del saxofón agudo, es mucho más penetrante que el e los clarinetes en Sib y Do, sin tener la claridad punzante y tal vez la aspereza del pequeño Clarinete en Mib. Lo mismo puede afirmarse del saxofón soprano»

Cuando Berlioz falleció en 1869 fue también la “muerte” del saxofón como un tema frecuente en los periódicos musicales parisinos. Berlioz publicó la mayoría de los artículos que fomentan el uso del saxofón. Tantos, que escribió en sus Memorias, que fue criticado por “uso excesivo de los instrumentos de Sax “. La incesante defensa de Berlioz por el saxofón fue sincera. Curiosamente la partitura autógrafa de La Condenación de Fausto, op. 24, contenía partes de saxofón alto y tenor, que se tacharon antes de completarse. Se cree que la razón de la decisión de Berlioz de omitir las partes de saxofón se debió a la mala recepción de sus óperas durante las décadas de 1840 y 1850. También se sugiere que «si Berlioz hubiera comenzado a componer para instrumentos exóticos como el saxofón, particularmente a la luz de la antipatía demostrada hacia Sax por muchos músicos, podrían haber limitado aún más las posibilidades de interpretación de sus obras».

La muerte de varios de los defensores de Adolphe Sax disminuyó drásticamente la relevancia del instrumento a finales de 1800. El belga que sorprendió al mundo con un timbre nunca antes escuchado se había convertido en “viejas noticias”. La ausencia de Berlioz tuvo serias consecuencias para el saxofón en aquella época. Pero su presencia histórica en defensa de Adolphe Sax y del saxofón lo convierten en uno de esos personajes dignos de admiración, pues defendió desde el primer momento, un aporte que además de enriquecer la familia de instrumentos, día a día fascina y genera momentos de contemplación estética a públicos de todo tipo. En cierto sentido Berlioz con sus publicaciones convirtió el saxofón en un instrumento viral.

La reputación de Berlioz brillará en la historia del saxofón por defender a su creador y promover con honestidad la difusión de su legado. Por el contrario la reputación de quienes pretendieron obstaculizar un aporte tan importante en la historia de la música será premiada con el olvido. Las grandes ideas suelen venir acompañadas de un gran rechazo, pero siempre avanzan como la luz entre las sombras. Desde este rincón de internet rindo un homenaje a Hector Berlioz y a todos los que apoyaron las ideas de Adolphe Sax, sin ellos, probablemente, el destino del saxofón habría sido diferente. Para conocer mejor la grandeza de Berlioz podemos: leer sus Memorias; estudiar su tratado de Instrumentación y Orquestación; recordarlo cada vez que veamos o escuchemos un saxofón; o leer la partitura de la Sinfonía Fantástica mientras la escuchamos: descargar partitura.

El contenido de esta publicación ha sido tomado de diversas fuentes, por supuesto, no es una invención mía. Algunas referencias:
https://digitalcommons.ric.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1133&context=honors_projects
https://es.wikipedia.org/wiki/Hector_Berlioz
– Segarra, Miguel Ascencio; Adolphe Sax y la fabricación del saxofón
-Etc, etc, etc.

Para profundizar más en la historia del saxofón los invito a formar parte del
Campus Virtual.

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By Hans

Saxofonista
Maestro en Música como Arte Interdisciplinario