Duke Ellington pasaba por una mala racha pero Paul Gonsalves, en 1956, lo sacó del abismo. Ellington diría más tarde:
«Yo nací en 1956, en el Festival de Newport»

El saxofonista tenor, Paul Gonsalves (1920-1974), creció en Rodhe Island y en 1936 eligió la guitarra como primer instrumento, muy pronto se cambió al saxo tenor y pasó a tocar en bandas de su localidad natal, tuvo que ingresar en el ejercito en 1942. Al licenciarse cuatro años mas tarde, se unió a la banda de Count Basie, consiguió con su sonido característico influenciado por Ben Webster e Illinois Jacquet, convertirse en una estrella solista de la banda hasta su marcha en 1949. Durante un breve periodo de tiempo estuvo en la banda de Dizzy Gillespie (1949-1950) antes de que esta se disolviera, Duke Ellington lo contrató (…)
Oí hablar de Paul Gonsalves por primera vez cuando Jaume Uriach, mi profesor de historia del jazz, contaba que había trabajado hace unas décadas en la organización del festival de jazz de Barcelona. Éste hombre, entrado en años, conoció personalmente a muchas leyendas del jazz. Sus anécdotas daban un toque de realidad a las clases de historia, solía empezar con frases como:
- “Una vez estuve cenando con Dizzy Gillespie…”, o:
- “Una de las conversaciones más interesantes que he tenido jamás fue con Duke Ellington”, o:
- “Conocí a Louis Amstrong siendo niño, aún siento su mano acariciando mi cabeza…”, etc.
Con esas introducciones ya ganaba mi atención durante dos horas o más. Tenía muchas historias para contar y una memoria prodigiosa.

Una vez la orquesta de Duke Ellington estuvo en Barcelona y el concierto estaba a punto de empezar. Paul Gonsalves no había llegado, nadie sabía dónde estaba. Uriach salió en su vespa muy preocupado a buscarlo, por suerte lo encontró. Estaba en La Rambla bailando alrededor de un sombrero de Speedy Gonzales, un souvenir muy popular entre los turistas italianos que visitan la ciudad.
En plena Rambla de Barcelona estaba Gonsalves, poseído por Dionisio, bailando y girando en torno a un sombrero, en un estado de trance. Uriach contaba:
“Como pude lo subí a la parte de atrás de mi moto, estaba muy angustiado, pues si se caía se iba a hacer mucho daño. Mientras iba rumbo al teatro, conduciendo con una mano y sosteniéndolo con la otra, pensaba:
¡Ostia! ¡ ahora pasaré a la historia como el tío que mató a Paul Gonsalves!”.
Por suerte eso no pasó. Cuando llegaron al teatro la orquesta ya estaba tocando, sentaron a Gonsalves en su sitio en la sección de saxofones. Uriach contaba que ese hombre no estaba en condiciones de tocar una nota, estaba dormido en su silla con su saxofón, ahogado en C2H5OH. Todos estaban angustiados sin saber que iba a pasar, la Big Band avanzaba como una locomotora negra y los solistas iban terminando uno tras otro sus imponentes improvisaciones (no era para menos, era la Big Band de Duke Ellington).

Y ahí estaba Paul Gonsalves, en un profundo sueño onírico, cuando de repente sonó el silbato de la locomotora y Paul Gonsalves respondió a esa señal, se levantó como un resorte con su saxofón en la boca y empezó a improvisar, como sólo una leyenda podría hacerlo. Allí estaba Apolo, dios de las artes, apoyando a Dionisio. Allí estaba ese saxofonista que había sido capaz de sacar del abismo al propio Duke Ellington construyendo un solo prodigioso. Un solista del tamaño de una Big Band. Gonsalves estuvo con Ellington hasta el final de su carrera, pero también grabó prolíficamente como solista con otros grupos y como líder.
Revisando mis archivos me encontré con el legendario solo de 27 “vueltas” en “Diminuendo and Crescendo in Blue”, grabado en directo durante el Newport Jazz Festival de 1956. Considerado el motivo del “redescubrimiento” de Duke Ellington tras varios años de declive del swing, el propio Ellington diría más tarde:
«Yo nací en 1956, en el Festival de Newport».
discogs.com
Aquí está el video, Paul Gonsalves improvisando 27 coros seguidos, un Duke Ellington rozagante como si el banco le hubiera condonado la deuda y su Big Band siendo remolcada por un solista. Duke Ellington renació, Gonsalves se hizo inmortal.
Dime que te parecen estos videos, compártelos y deja tu punto de vista en los comentarios…aquí está “Speedy Gonsalves”:











Aquella noche memorable, la orquesta de Ellington tuvo al publico bailando ininterrumpidamente por los pasillos y con Paul Gonsalves, el autor del milagro musical convertido en una estrella desde aquel día. Paul Gonsalves aportó con su música mucha calidad a una orquesta ya bien engrasada. Falleció en 1974, solo dos meses después de la desaparición de Ellington.
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2 replies on “Paul Gonsalves. Grandes saxofonistas de la historia.”
Wow, excelente saxofonista y bueno que buenos tiempos, me llama la atención como en el entorno latinoamericano especialmente el colombiano la cultura del instrumentista solista es casi nula y como un solista como gonsalves salvó a toda una orquesta de la desaparición
Gracias por el comentario Miguel Ángel, sin lugar a dudas Paul Gonsalvez es uno de los grandes saxofonistas de la historia del swing. Saludos!