El velo de la ignorancia. Lo que dice la opinión es que un acto es moralmente correcto si produce el mayor bien para el mayor número de personas. Si me enfrento a una elección entre salvar a una persona o salvar a cinco, donde solamente puedo salvar a un grupo o al otro, el utilitarismo da lo que mucha gente encuentra como la respuesta intuitiva de que debo salvar a los cinco, generando así más felicidad en lugar de salvar a uno.
El problema con el utilitarismo que preocupa a Rawls es que parece que, en circunstancias típicas e inverosímiles, el utilitarismo podría exigir que violemos los derechos de uno para ayudar a muchos. Un famoso contraejemplo del utilitarismo es que un hombre sano entra en un hospital donde hay cinco personas agonizantes, una que necesita un corazón, otra que necesita un riñón, otra que necesita un hígado y otras dos que necesitan partes, la rúbrica utilitaria parecería sugerir que si esos cinco pueden salvarse haciéndole daño, eso es lo que exige la moralidad. Esta imagen de que cada uno de nosotros tiene derechos inviolables y que esos derechos no pueden ser anulados por las necesidades de los demás es parte de lo que es nuevo y emocionante en la discusión de Rawls.
Tomando como premisa la idea de que la justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, es decir, que ninguna sociedad injusta es legítima, Rawls se plantea la siguiente pregunta. ¿Cómo deben distribuirse los beneficios y las cargas de vivir juntos en una comunidad para realizar mejor lo que requiere la justicia? En particular, pregunta cómo deben ser las estructuras institucionales fundamentales para permitir que una sociedad sea una sociedad justa.
Rawls se ve a sí mismo como el heredero de la tradición del contrato social de la que Hobbes fue la voz inicial en la tradición occidental. Al igual que Hobbes, Rawls se pregunta cómo elegiría la gente que su sociedad se viera si la estuvieran construyendo desde cero. Rawls dice que una sociedad justa es aquella en la que las personas racionales, libres e iguales elegirían contratar, pero entramos en nuestras interacciones entre nosotros con todo tipo de desigualdades en su lugar. Algunos de nosotros somos ricos. Algunos de nosotros somos pobres. Algunos de nosotros estamos dotados de cierto tipo de habilidades intelectuales o físicas de las que otros carecen. Si tratamos de construir nuestra sociedad teniendo en cuenta esos hechos sobre nosotros mismos, no lo estamos haciendo desde una posición de igualdad, por lo que la idea de Rawls es que, a veces, la forma más justa de tomar una decisión es ponerse en una posición en la que tenga menos información.

Piensa en cuál es la forma más justa de dividir un pastel. La forma más justa de dividir un pastel es pedirte que lo dividas sin saber qué pedazo te va a tocar. Si divide el pastel sin saber qué parte será suya, se sentirá inclinado a dividirlo de manera justa. Este es el velo de la ignorancia.